lunes, 5 de agosto de 2013

Tercer fin de semana en Australia

El viernes salimos del cole con destino el aeropuerto de Melbourne, por el camino recogimos a un compañero español. El vuelo salía a las 19:30. La compañía con la que volábamos se llamaba Tigerair y es como Ryanair en España. El vuelo a sydney no es muy largo, es de aproximadamente 1 hora.


Al llegar a sydney cogimos un taxi con destino nuestro hotel: D.lux backpackers hostel, situado en la calle Darlinghurst Rd. Estaba en la zona de marcha de la cuidad, así que genial, así no teníamos que desplazarnos en coche a ningún sitio (también estaba cerca del centro). El viernes en Sydney consistió en cenar y salir a tomar algo a los bares de copas de la zona, los cuales no estaban nada mal. A eso de las 5 de la mañana ya estábamos en el hotel.

A las 10 nos levantamos para hacer un poco de turismo por la ciudad. Lo primero fue ir dando un paseo a la Sydney Tower Eye. Fue lo mejor del viaje, las vistas eran absolutamente increíbles. Las fotos no hacen justicia, hay que estar allí para poder disfrutarlo de verdad.



Al salir de allí fuimos caminando hacia la zona de la opera de sydney y el Sydney Harbour Bridge. La verdad es que es alucinante lo bonito que es. Además había un mercadillo en la ciudad, así que aprovechamos para dar una vuelta y comer por allí.




Después de comer fuimos a coger un ferri que nos acercó a la playa de Manly, es una de las mejores playas del mundo para practicar surf. En esta playa hay un montón de tiendas de surferos (billabong, quicksilver…) y además bastante baratas comparado con el precio que tienen en España estas marcas.


Ya en Sydney fuimos a cenar a un restaurante donde pudimos degustar una pizza con carne de cocodrilo y una superhamburguesa de carne de canguro. La pizza la verdad es que no era gran cosa, pero la hamburguesa estaba espectacular.





Volvimos al hotel a cambiarnos y prepararnos para la noche. Fuimos a tomar algo a un garito del centro y estuvo genial, música en directo buena cerveza y gente bailonga.

El domingo por la mañana fuimos al Wildlife de Sydney, es una especie de mini zoo pero únicamente con animales australianos. Me gustó mucho más que el zoo de Melbourne.




Como no había tiempo para más nos marchamos hacia el aeropuerto. Comimos allí y cogimos el avión de vuelta a Melbourne a las 16:30. La verdad es que Sydney me ha enamorado, así que cuando salí de allí prometí volver, eso sí, no sé cuándo (a ver si es posible).

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